
Sin duda, nos encontramos ante una de las mejores obras de Esteban Navarro. Natasha, tiene algo especial que nos atrapa desde la primera página. Todo comienza con Sabino, un joven normal de hoy día. Tiene veinticinco años, trabaja en una empresa de mensajería y vive con sus padres.
De momento, todo normal ¿no? Un muchacho cualquiera que comienza su vida, dependiente de sus padres. Pero no es lo que parece. Sabino esconde un terrible recuerdo: un amor perdido a causa de un accidente: su querida Natalia, a la que parece no querer dejar ir.
Así comienza esta novela, todo parece estar perdido para nuestro protagonista. Pero, no todos es así de simple. El accidente ocurre en extrañas circunstancias, y cuando pregunta por la mujer con la que había compartido los mejores recuerdos de su vida, nadie sabe nada.
Desde este momento, no podremos parar de leer. Necesitaremos saberlo todo: ¿quién es ella?, ¿por qué nadie parece saber de dónde ha salido? Por ello, tendremos que seguir a Sabino en su viaje, mientras descubrimos poco a poco las duras respuestas a estas preguntas.
El personaje de Sabino es maravilloso: nos meteremos completamente en su mente sin perder ni un detalle del personaje. Profundizaremos en él, nos meteremos en su cabeza y empatizaremos de una forma increíble hasta el punto de compartir su dolor. Entenderemos su vida, cómo una persona tan joven tiene que enfrentarse a la dura realidad para la que aún no está preparado.
Las temáticas que se tocan en la novela también son fascinantes. Por un lado, el dolor de la pérdida, ese sentimiento que hace que nuestras vidas se sientan vacías y que a todos nos llega tarde o temprano. La pérdida va ligada a la vida.
El amor de juventud es otra de las cosas con la que nos encontramos. Sabino acaba de empezar a vivir, descubriremos a lo largo de la novela todos los detalles de su relación con Natalia, nos da la emoción de vivir junto a él esa experiencia.
La decepción, la incertidumbre, el preguntarse quién es la persona con la que ha estado, si alguna vez lo ha querido o el por qué alguien con quien pasa tan buenos momentos ha podido mentirle.
El destino, como las pequeñas acciones del día a día pueden marcar un antes y un después a la larga, o cómo en algunas ocasiones, sin entender muy bien el por qué ocurre, las cosas parecen estar predestinadas, incluso si no crees en ello: hay cosas que simplemente no puedes explicar.
Las segundas oportunidades es otro de los temas tan interesantes que esta novela toca. La vida, que nos presenta dificultades, hasta el punto de que a veces pensamos que no podemos seguir adelante, siempre nos regala algo y nos depara algo mejor. Nada es para siempre, incluido el dolor.
Si te gusta reflexionar y disfrutar de las pequeñas cosas, esta novela es para ti. No se hace para nada monótona en ningún momento, se disfruta en su totalidad. El lenguaje resulta sencillo, fluido, bello.
Sin duda, una lectura que no te puedes perder, siempre a un precio excelente. Natasha de Esteban Navarro es una de esas novelas que nos marcan y que nunca olvidaremos hasta el punto de que, cuando llegamos al final, con pena porque estamos disfrutando con la experiencia, nos resulta incluso corta. ¿No te mueres por leerla?